La neta es que Amandititita es una chavita que de una u otra forma causa polémica, es difícil que pase desapercibida y también se vuelve flanco fácil de críticas, tanto favorables como destructivas. No caeré en el lugar común de que la odias o la amas; pero su reciente aparición en el insufrible programa de Televisa, Décadas, levantó varios comentarios entre la banda tuitera.
Amandititita ventiló desde su twitter la sarta de mentiras que se diseñan en programas de este tipo, donde se simulan pleitos y se programan sorpresas que francamente a nadie sorprenden. Le hicieron bromas constantes sobre su estatura, a lo que ella aclaró con un twitt “Cuando en verdad me siento ofendida, me salgo. Pero esto es una parodia. Todo es parte del programa”.

Hubo un momento en el que fingió enojarse, pero aclaró a sus seguidores: “la idea era que me tenía que salir hasta la calle, pero Adal me pescó antes; de hecho, no salió el chiste como era”. Haciendo a un lado las intervenciones musicales (allá el gusto de quien las aguante), parece mentira que sean estos los recursos de la televisión mexicana para captar a cierta audiendica.
Amanda Lalena (su nombre real) de algún modo siempre hace lo que quiere. Se acuerdan cuando sacó en Internet sus videos quejándose de la disquera para la que grababa y que no la apoyaban. También un día abandonó un programa de concursos en televisión. Ahora le dijeron que no usara la red social durante el programa “soy una mal educada, lo que sí es real, es que no tengo permiso para estar en twitter”. Obvio, la chaparrita hizo lo contrario.
¿Valdrá la pena que los músicos tengan este tipo de presencia en la televisión mexicana?