Dicen que el rostro es el reflejo del alma. En él se refleja nuestro ánimo, el cansancio y el estrés, la buena condición física y el reposo. Los científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo no sólo lo dicen sino que lo han probado en un experimento: dormir poco nos afea.

Si hubieras sido uno de los voluntarios entre 18 y 31 años, no fumadores y en perfecto estado de salud, te hubieran echado una foto antes del experimento. Luego te hubieran despertado entre las 2 y las 3 de la madrugada para otra sesión de fotos y poder hacer la odiosa comparación.

Yo necesito dormir como mínimo 8 horas al día para ser persona. Os puedo asegurar que tras mantenerme despierta durante 31 horas, de guapa nada de nada. Ni que me maquille un profesional, vamos. Los suecos acabaron probando algo que sabemos todos: dormir poco o mal tiene sus consecuencias negativas y afecta a nuestra belleza también.

Pues nada, ya lo sabéis. Hay que buscar la manera de dormir bien y seguido. La falta de sueño nos desconcentra, rendimos menos y encima nos convierte en feos. Creo que en la época en la que vivimos nos hemos acostumbrado tanto a los horarios locos, al estrés continuado, a querer abarcarlo todo que no nos damos cuenta que podemos escoger parar y recapacitar.

Hay que renunciar a la tele hasta altas horas de la noche, la cena debe ser ligera, mejor si recortamos nuestras ambiciones laborales y nos regalamos tiempo de ocio y calidad de vida. La cosmética revitalizante no es suficiente para tener una piel bonita, unas ojeras relajadas y u tono de piel saludable. Hay que darle el descanso que necesita. ¡Fácil y barato!

Fuente ⎮Mensencia